Georges Bataille afirma que la poesia nos va en bicicleta al similar punto que todas las clases de el erotismo la eternidad
al tronco del mandato sobre la reproduccion, de las ataduras eticos es la confesion de el deseo; un deseo cargado sobre tension y angustia, que emerge a la superficie entintando las terminos, desplazandolo hacia el pelo que constituye el nucleo de un discurso amoroso que deviene del inconsciente asi como las profundidades. Por ello, durante el instante en el que el poema existe en las entranas, el ser persona levanta las vetos de su sexualidad y desborda las sensaciones que se hallaban atascadas, ya que la prohibicion —ademas de condenar— ademas senala la fuente de el placer.
A lo dilatado de la biografia diversos filosofos asi como poetas han hablado sobre un enlace indisoluble dentro de ambas, un vinculo forjado en las terrenos de la asesinato, el apego, el goce y no ha transpirado la sexualidad humana. En “La llama doble. Apego y erotismo”, Octavio Paz dice que “la comunicacion entre erotismo desplazandolo hacia el pelo poesia seria semejante que puede decirse, desprovisto afectacion, que el principal es una poetica corpireo desplazandolo hacia el pelo que la segunda es una poetica verbal”.